Submitted by jorge on Fri, 07/07/2017 - 06:05
Nos topamos con una noticia sobre la gran dificultad a la que se enfrentan los abogados defensores de la “Manada”, grupo de 5 jóvenes sevillanos que, en las pasadas fiestas de San Fermín, en Pamplona, violaron de manera grupal a una joven, por lo que aún se encuentran en prisión preventiva a la espera de juicio.
Pues claro que es complicado en los tiempos que corren, máxime, cuando se trata de una violación grupal y no individual y cuya noticia se aireó en los medios de comunicación planetarios por tratarse de una fiesta seguida a nivel mundial.
Pero es que además de este juicio paralelo al que se enfrentan los acusados -el de la sociedad que ya ha dictado sentencia-, nos encontramos en un momento social muy delicado con todos los temas referidos a la violencia de género y a los actos de pederastia y pedofilia que están saliendo a la luz a nivel internacional durante la última década, sin olvidar a los violadores reincidentes capturados en estos años en España.
Los abogados defensores del grupo de la Manada lo van a tener muy complicado, por no decir, prácticamente imposible, lograr una condena leve para sus defendidos, y qué decir de un fallo de libertad, impensable.
Pero es que además de darse una opinión social claramente condenatoria, sus mismos compañeros de prisión van a rehuir su compañía sino es que los agredan físicamente.
Pasamos por una época en que este tipo de delitos no se perdonan y los letrados defensores que tengan la valentía de enfrentarse a dichos juicios, saben de antemano que tienen la partida perdida.
Y qué decir de los beneficios penitenciarios una vez sean condenados: brillarán por su ausencia y tendrán que “comerse la condena a pulso”, expresión taleguera que antaño se utilizaba para los delincuentes de pro y ahora se refiere a los que cargan con delitos sexuales y maltrato de género a sus espaldas.