Submitted by jorge on Wed, 12/07/2017 - 06:05
En nuestro post del 10/02/2017, “¡POR FIN! UNA BUENA NOTICIA SOBRE EL MUNDO PENITENCIARIO”, hablábamos de un restaurante instalado en la cárcel de mujeres de Cartagena de Indias, Colombia, regentado por las presas y considerado como uno de los mejores de dicha ciudad.
Ahora nos topamos con otro proyecto similar, en esta ocasión en la prisión de Brixton, Londres, llamado The Clinck y posicionado en el 1º puesto de los 18.000 restaurantes con los que cuenta la City, según una encuesta realizada por el Trip Advisor.
En el trabajan presos en proceso de rehabilitación que están en contacto directo con los comensales, por lo que no se sirve alcohol, no se permiten sacar fotos ni dejar propinas, además de pagar preferiblemente con tarjeta de crédito.
Para acceder al lugar en cuestión, hay que realizar la reserva con unos días de antelación, ser mayor de edad, pasar unos controles a la entrada y enseñar tu documentación.
"Pocas exigencias" para degustar exquisitos platos a unos precios razonables y en un ambiente “diferente” del habitual.
Para los de afuera, toda una experiencia morbosa y plagada de prohibiciones, para los de adentro, una posibilidad de ver gente nueva y acceder con más facilidad, a través de la reinserción, a su Libertad.
No nos agradan en exceso estos programas rehabilitadores cargados de morbo y novedad, pero todo lo que se desarrolle con el fin de lograr una salida más rápida y masiva para los internos de cualquier centro penitenciario, es bien recibida.