Submitted by jorge on Wed, 18/10/2017 - 06:43
Aumentan la homofobía y los delitos de odio, y no tan solo en la calle, en lugares públicos abiertos, también y de manera creciente en el transporte público, en habitáculos cerrados donde conviven por unos minutos unas decenas de personas y donde la agresión es más directa, menos evitable y con un mayor impacto sensitivo.
Otra vez en el Metro, otra vez contra una víctima que trata de evitar la confrontación, en esta ocasión un gay, otras veces un inmigrante o una mujer…, cualquier excusa es buena para cometer una agresión.
Fue en la noche del viernes, de madrugada, en el Metro de Madrid, cuando un padre de unos 30 años con un niño en brazos, suponemos que su hijo, comenzó a insultar a un joven gay de 26 años.
Este, para evitar la andanada de gritos, cambió de asiento, situación que no varió la actitud del padre, al contrario, provocó que se acercara a él, le vociferara, “maricón”, y le propinara una patada, tras lo cual y cuando el convoy se detuvo, salió con su hijo en brazos y desapareció.
El joven, en compañía de un miembro del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, fue a denunciar el hecho a una comisaría de Policía, además de lo cual, el Observatorio “ha presentado la denuncia a la Fiscalía de Delitos de Odio, a la Unidad de la Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal y a la Policía Nacional específica de delitos de odio”.
Esta entidad tiene registrados 236 incidentes de Delitos de Odio acaecidos en la Comunidad de Madrid, incrementándose el número en los últimos años.
Comulguemos o no con otras realidades sexuales, lo que queda fuera de toda duda es que cada cual puede y debe mantener su identidad sexual por encima de cualquier prejuicio.
Y las agresiones de este tipo ya no quedan inmunes; si se identifica a los agresores, cualquier Juez decreta su ingreso en prisión.
Las condenas ya son otra cosa, y la forma ideales de pagarlas serían con trabajos en favor de la Comunidad, específicamente, con personas a las que los condenados han agredido por motivo de Odio.
Así se percatarán que existen otras realidades.