Submitted by jorge on Tue, 07/11/2017 - 06:52

Llama la atención que un personaje del calibre del presidente norteamericano Trump, siga sin hacer el menor comentario sobre la posible prohibición de las armas de fuego en los Estados Unidos, después de la matanza acaecida este domingo en una iglesia de Texas y donde murieron 26 personas y quedaron heridas otras 24, en un año, el 2017, donde se han registrado en ese país, atentos, 377 T-I-R-O-T-E-O-S M-A-S-I-V-O-S y más de 33.000 muertos por causa de las armas.
Se dice pronto, una verdadera locura social, en parte debido a la facilidad de comprar un arma en cualquier establecimiento y por cualquier persona, en una nación, donde se calcula que existan casi las mismas armas que ciudadanos, es decir, más de 320.000.000 y donde mueren 93 personas y sobreviven a los disparos otras 222 personas AL DÍA.
Y no vamos a hablar de este último tiroteo en concreto, ya que es uno más a añadir a la larga lista de los acaecidos en -Nevada, las Vegas, Orlando, Connecticut, etc.-, pero si de la sinrazón de los políticos de ese país, en especial, de los Republicanos que con Donald Trump a la cabeza y como adalid de la defensa de la producción y usos de las armas, no ponen coto a esta pandemia.
Algunas voces se levantan, como la del senador demócrata por Connecticut, Chris Murphy, que rogó, “es hora de que el Congreso levante el trasero y haga algo”, pero con la oposición de los Republicanos y parte de los Demócratas, la casa sigue sin barrer y decenas de niños, jóvenes, mujeres y hombres mueren al día en las calles de las ciudades de esa inmensa nación.
Por lo tanto, no nos extraña que su población reclusa sea de más de 2.200.000 de personas, es decir, el 0,7% de la población total (casi un 1%), de las cuales una gran parte se encuentran detenidas por delitos derivados del uso de las armas de fuego.
O los políticos de ese país endurecen las Leyes para adquirir y portar armas de fuego, o la violencia derivada del uso de esas armas se les irá de las manos y la Ley de la Jungla se adueñará de sus calles.