Submitted by jorge on Wed, 27/12/2017 - 06:21
Hay países, aceptados comercial y políticamente por las naciones del “1º mundo”, que siguen actuando como les viene en gana, entre otros, con el tema de los derechos humanos, la tortura y la pena de muerte, y aplican por ello las condenas de acuerdo a sus necesidades políticas.
Este es el caso de China, que de nuevo ha condenado a un bloguero y activista por los derechos humanos, Wu Gan, de 45 años, por los delitos de "difundir información falsa en internet, en su Blog, exagerar casos controvertidos y atacar al régimen", es decir, por "subversión contra el poder del Estado", a 8 años de prisión y otros 5 años de privación de sus derechos políticos.
El tema con Wu ya viene de lejos, dado que en 2009 sacó a la luz el caso de una chica que mató a un político regional chino por tratar de abusar sexualmente de ella, lo que originó un apoyo popular en el país hacia la chica, y lo que le valió al bloguero la enemistad con el Gobierno de China.
Posteriormente, en 2015, fue detenido por airear públicamente torturas contra cuatro personas para que confesaran de manera forzada un crimen y, en 2016, fue arrestado de nuevo por denunciar su propia tortura.
Su familia también fue amenazada para que él confesara un delito no cometido, su padre fue condenado por fraude como represalia por la actividad de su hijo y la abogada que lo representó en el primer juicio fue a su vez arrestada.
Por fin han acabado, por el momento, con Wu Gan y sus “actividades delictivas” como bloguero, aunque las voces que se levantan en la China actual en favor de aplicar los derechos humanos son cada vez más numerosas. El problema radica en que las actividades comerciales de China a nivel mundial y sus réditos para el país y sus socios comerciales son tan elevadas, que el resto de naciones calla como p… por no enemistarse con el gigante económico mundial.
¿Hasta cuándo?