Submitted by jorge on Fri, 26/01/2018 - 06:43
Nos topamos con dos casos, uno de intento de violación y otro de violación consumada, ambos en centros públicos y a la vista de todos.
Uno fue en la sala de espera de familiares de urgencias del Hospital Virgen Macarena, donde un Sintecho se refugió del frío y encontró a otra compañera de andanzas a la que trato de desnudar y violar a la vista de una tercera; solo los gritos de la víctima atrajeron al vigilante de seguridad que impidió el acto y detuvo al agresor.
El otro caso sucedió en un albergue de acogida madrileño, el de San Isidro, donde un portugués hospedado ahí sacó a la fuerza a una residente del albergue y la violó. Fue detenido cuando lo intentaba horas más tarde con otra mujer que conocía del lugar.
El caso es que se trata de dos casos similares y ejecutados por personas sin hogar y sin medios económicos y a la vista de todos, sin vergüenza ni reparos.
Llama la atención la cantidad de agresiones sexuales que día a día salen a la luz, pero no solo llevados a cabo por violadores múltiples, sino, en muchos casos por jóvenes y ahora también por personas sin medios ni hogar.
Y nos preguntamos, ¿qué buscaban los agresores en estos casos puntuales, solo sexo aunque fuera forzado o ser detenidos para terminar con sus huesos en prisión y dormir caliente con tres comidas al día?
https://www.elconfidencial.com/espana/andalucia/2018-01-24/andalucia-urgencias-intento-violacion-sala-espera_1510927/
https://www.20minutos.es/noticia/3243654/0/detenido-hombre-violar-mujer-albergue-madrid/