Submitted by jorge on Tue, 06/02/2018 - 06:45
…, ya que muchas de las personas que salen de prisión después de cumplir una o varias condenas, en especial, esas que han pagado penas elevadas, han perdido su habituación a vivir en sociedad y a trabajar legalmente y con regularidad; se han prisionalizado de tal manera, que solo son capaces de volver a sus andadas y regresar al mundillo por el que terminaron con sus huesos en prisión.
Y eso es lo que le ha ocurrido al narcotraficante José Ramón Prado Bugallo, “Sito Miñanco”, que aún estando en 3º grado o semilibertad, ha vuelto a crear su entramado delincuencial, pero con tan mala suerte, que alguien de su organización o cercano a él ha dado el soplo a la Policía de Narcóticos que, después de organizar una macrooperación antidroga, lo han detenido junto a su hija y resto de organización.
Entre este sumario y un juicio por blanqueo de dinero que tiene pendiente y donde la Fiscalía le pide 16 años, a sus 62 años pocas posibilidades le quedan de disfrutar aún de muchos años de Libertad.
Pero este no es un caso aislado, ya que conocemos otros en que personas que han pasado años en prisión, no vuelven a resocializarse ni a trabajar como cualquier hijo de vecino –además de que ya quedan marcados por nuestra Sociedad y las opciones de trabajo que les puedan dar son escasas-, regresando a la calle y contactando de nuevo con sus compis de antiguas andadas o los nuevos conocidos en prisión para llevar a cabo lo que mejor sabían hacer o mejor han aprendido a hacer en prisión: a delinquir.
¿Les quedan muchas opciones? ¿Nuestra Sociedad les brinda oportunidades laborales? ¿El Sistema les ha enseñado a buscarse la vida trabajando legalmente una vez accedan a la Libertad?
Plantéenselo.