Submitted by jorge on Mon, 02/04/2018 - 06:45
Parecería un tema baladí si ese abandono no hubiera terminado con la muerte de la abandonada.
Es de estas historias tristes e incomprensibles que de cuando en cuando se cuelan entre las noticias.
Un tal José Luis Fuentes se separa de su mujer en 2012 y se traslada a vivir a casa de su hermana Rosario, de 74 años, en Córdoba, hermana que, por otro lado, vivía sola y sin contactos familiares ni de amistad.
Al cabo del tiempo Rosario comienza a deteriorase físicamente hasta terminar postrada en una silla de ruedas.
Su estado de salud era delicado, sus piernas contaban con zonas ulceradas y con necrosis visibles, además de infecciones que aparecieron gradualmente en el resto del cuerpo y que llegaron a larvarse.
A pesar de ello, el hermano la mantenía desatendida, no solo afectivamente, sino también higiénica y físicamente, hasta que el deterioro y la falta de asistencia condujeron a Rosario, en 2014, a la muerte.
Por dicho motivo y tras los informes de la autopsia, el acusado fue condenado por la Audiencia Provincial de Córdoba, posteriormente ratificado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y, finalmente, confirmado por el Tribunal Supremo en respuesta al Recurso de Casación realizado por el abogado del condenado, a 2 años y 9 meses de prisión por, como asegura la sentencia, "la inacción del acusado, obligado a actuar en auxilio de su hermana cuando ésta, todavía viva pero en muy precario y grave estado de salud se vio privada de toda autonomía para salvarse, tuvo la entidad precisa para desestabilizar la situación de riesgo preexistente y conducirla hacia el desenlace fatal que fue su muerte".
Sentencia leve aunque penada con entrada en prisión por un delito que, por los motivos desconocidos que el condenado tuviera, nos parece de una gran falta de humanidad, máxime, cuando de una hermana se trataba y que, en un momento de necesidad, le dio cobijo.
A esta sentencia le hubiéramos anexado unos trabajos en favor de la Comunidad en centros de la 3ª edad, para que viviera en primera persona lo que significa la soledad y el abandono en el tramo final de una vida.