Submitted by jorge on Wed, 23/05/2018 - 06:43
Leemos en varias noticias que, el presidente del Parlament de Cataluña, Quim Torras, se entrevistó entre el lunes y el martes con varios políticos independentistas catalanes presos en diversas prisiones de la Comunidad de Madrid.
Estuvo 2½ horas en la cárcel de mujeres de Alcalá-Meco para entrevistarse con Carme Forcadell y Dolores Bassa.
En la prisión de Estremera hizo lo propio con Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Turull y Josep Rull, con los que estuvo reunido 4 horas.
Y en Soto del Real, se encontró con los dos Jordis, Sánchez y Cuixart, con los que mantuvo una larga entrevista, pero de la que carecemos del tiempo utilizado en la misma.
Entendemos que el señor Torras ha viajado desde Barcelona para encontrarse con los presos catalanes, entendemos que es la primera ocasión en que lo hace -que nosotros sepamos-, entendemos que las comunicaciones no fueron individuales sino grupales y entendemos que son políticos que están presos y que no son presos del común.
Lo que no entendemos es que si las Comunicaciones por Cristales que habitualmente se realizan los fines de semana, salvo motivos de fuerza mayor como puede ser el caso, se llevan a cabo en una cabina del locutorio con un gran vidrio entre el interno y el visitante de por medio, que solo disponen de una duración de 40 minutos y que es el único tipo de comunicación al que pueden acudir amigos o conocidos, además de la familia, ¿cómo ha podido el señor Torras entrevistarse en una prisión durante 2 ½ horas con dos internas y, en la otra, durante 4 horas con 4 internos y, parece ser, sin cristales de por medio, sino en una sala?
Damos por hecho que no ha acudido a un Vis a Vis con estos presos, ya que al Familiar solo puede ir la familia, al de Convivencia, la pareja con hijos menores y al Íntimo, la pareja, aunque este tipo de comunicaciones si cuentan con una duración de 1½ horas cada una, excepto la de Convivencia, que es de 4 horas.
Nos extraña y llama la atención, dado que todos los presos de las prisiones españolas solo pueden disfrutar de las comunicaciones a las que hemos hecho alusión, salvo casos como el de Mario Conde, que disponía de varios Vis a Vis Familiares a la semana por su cercanía con el director de la prisión de Alcalá-Meco, Jesús Calvo, o casos de algunos otros prohombres que igualmente contaban con patente de corso a la hora de disfrutar de “Comunicaciones Libres”.
