Submitted by jorge on Tue, 12/02/2019 - 06:43

Hay que tener pocas luces para atracar a jóvenes valiéndose de dos perros de los que se denominan potencialmente peligrosos -y que no son otra cosa que perros normales adiestrados por dueños peligrosos y carentes de principios-, y vivir en el mismo barrio.
Pues así era.
Un tío y un sobrino, acompañados por dos perros de la raza American Stanford, tenían a algunos jóvenes del barrio Salamanca de Madrid amedrentados, ya que los abordaban en la calle y, amenazándolos con sus perros, les robaban lo que llevaban, fotografiando sus DNI y exigiéndoles que trajeran todo lo de valor de sus casas bajo amenaza de muerte, por lo que algunas de las víctimas estaban tan atemorizados, que no salían de casa en días.
Así estuvieron actuando a sus anchas durante un tiempo hasta que algunos de los jóvenes se animaron a denunciar el hecho ante la Policía, la cual realizó el correspondiente seguimiento hasta dar con los dos familiares, uno de los cuales era conocido por vivir en el barrio.
Cuando la Policía practicó la detención, encontraron en la vivienda del tío a varios de los perros abandonados.
Ambos fueron puestos a disposición judicial y posteriormente ingresaron en prisión.
Además de descerebrados y lelos por atracar en el mismo barrio que vivían (“donde tengas la olla, no metas la …”), eran unos desalmados por utilizar a los pobres perros que en su día adiestraron para el ataque y, que ahora, cuando ya se habían servido de ellos, los mantenían en un estado de abandono.