Submitted by jorge on Mon, 11/03/2019 - 06:45
No sabemos si hemos entendido bien o se trata tan solo de fake news como denominan ahora a las noticias falsas.
Pero que en pleno siglo XXI en las prisiones españolas se esté experimentando con métodos más propios de psiquiátricos de principios del XX, nos parece un tanto rocambolesco, por no decir, un retroceso en los procedimientos de reeducación y resocialización de los presos.
Parecer ser, que durante el año 2016 y 2017 y, de nuevo, desde enero del 2019, el Ministerio de Interior autorizó experimentar con los 41 presos más violentos y conflictivos, esos que habitualmente se encuentran “hospedados” en el módulo de Aislamiento, pruebas de estimulación cerebral consistentes en aplicarles corrientes eléctricas suaves con electrodos en la cabeza, a fin de reducir y calmar sus conductas violentas.
Todas estos ensayos se realizaron en los Centros Penitenciarios de Córdoba y Huelva y, aunque los reclusos se prestaron de manera voluntaria para realizarlas –qué les prometerían a cambio para que presos talegueros de pro se presten a hacer esta pruebitas-, el Defensor del Pueblo investigará este proyecto dado que como este órgano considera, “la condición de persona bajo custodia de los presos elimina la voluntariedad para participar en el proyecto”.
A raíz de la polémica suscitada y la investigación que va a llevar a cabo el Defensor del Pueblo, el Ministerio de Interior ha suspendido este mes esta segunda fase del experimento, que empezó en enero de este año e iba a utilizar otros 20 presos probando para ello otro tipo de corriente eléctrica, con el pretexto de conocer primero las conclusiones del informe de Salud Penitenciaria realizado sobre la primera fase.
Vamos, que ahora a los presos peligrosos y violentos a cambio de algún beneficio penitenciario, los utilizan como cobayas de laboratorio para experimentar nuevas terapias de resocialización, quizás dejándolos más tocados de lo que ya salen del módulo de Aislamiento.
Pero como a las Administraciones les gusta tener ovejos que no protesten ni reivindiquen en lugar de ciudadanos exigentes, pues nada, que sale más barato experimentar con los p… presos.