Submitted by jorge on Thu, 25/04/2019 - 06:43
Nos topamos con un interesante artículo donde se hace alusión a los errores judiciales que se cometen debido a los análisis de ADN, que aunque son de la máxima fiabilidad, en ocasiones, llegan contaminados al laboratorio y pueden producir errores que derivan en condenas injustas.
Es el caso de Juan (nombre ficticio), que el 22 de noviembre de 2016 iba a ser juzgado en Madrid acusado de un Delito de Abuso y Agresión Sexual contra su hija de 7 años y denunciado por la madre de la niña presentando como pruebas fotos de unos genitales infantiles enrojecidos y un comentario de la propia niña sobre su padre.
Además, el Juez contaba con un informe del Instituto Nacional de Toxicología y Forense donde aseguraban haber detectado “una cantidad escasa de semen con fracción espermática coincidente con el perfil de ADN del acusado en la entrepierna y la zona trasera de las bragas de la niña”.
Los abogados de la madre solicitaban 10 años de prisión y 60.000€ de indemnización.
Un día después de la vista, la Audiencia Provincial de Madrid absolvió al sospechoso en base a que el informe médico aseveraba que la niña padecía vulvovaginitis por falta de higiene, así como los comentarios que hizo la niña sobre su padre no apuntaban a Abuso Sexual, aunque la madre fotografiara de continuo los genitales de la niña después de las visitas del padre, obsesión que indujo a pensar a los Jueces que la madre provocaba de alguna manera esa situación. Y por último, que la presencia de semen del padre en las bragas de la niña pudo ser el resultado de la contaminación de las prendas en la lavadora o en la misma ropa de cama que utilizaba progenitor e hija, ya que no se detectaron dichos restos en el pubis de la menor.
Tal como y como confirmó el Tribunal Supremo en su Auto de Absolución en base a un informe técnico, “podemos saber de quién es una muestra de ADN, pero en general no podemos determinar ni cómo ni cuándo se depositó”.
Casos como este y otros en España y demás países, demuestran que si bien el análisis de ADN es una prueba fiable para la resolución de casos judiciales, la obtención, el lugar y la manera de trasmitirlo, pueden modificar el resultado final, como por ejemplo tal y como comenta el biólogo Antonio Alonso, investigador de dicho Instituto, “puede haber un elemento celular mío llevado por otra persona a la escena del delito. Cuando nos damos la mano entre dos personas, recibimos parte del ADN de la otra persona”.
De ahí que algunos juicios se hayan revisado, como el de Dolores Vázquez, la supuesta asesina de la joven Rocio Wanninkhof, injustamente condenada, que tras pagar años de cárcel, fue liberada por un error judicial.