Submitted by jorge on Thu, 25/07/2019 - 06:43
Hay noticias que nos conmueven y como siempre decimos, en ellas suelen verse involucradas personas indefensas, tales como los ancianos, los menores y las mujeres.
Este caso ocurrió la semana pasada en Sicilia, Italia, donde un hombre que viajaba con sus dos hijos de 13 y 9 años respectivamente, iba filmando en directo con el móvil a través de su cuenta de Facebook su conducción temeraria, hasta que por un descuido, tuvo el accidente que era de esperar, donde murió su hijo de 13 años, y él y el menor, quedaron gravemente heridos.
Cuando la Policía Italiana realizó el atestado del accidente, al padre le encontraron pequeñas dosis de Cocaína en el bolsillo del pantalón y, en la analítica correspondiente, dio positivo en esta Droga.
Ahora el Juzgado que le corresponde la instrucción del caso le imputa, además de un Homicidio Imprudente por Conducción temeraria, otro delito de Conducción bajo los efectos de las Drogas.
Nos parece un sinsentido que alguien lleve a cabo semejante locura, la de conducir a gran velocidad y grabar dicha conducción, pero hacerlo llevando lo más preciado que uno tiene, los hijos, no solo nos parece descabellado sino demencial.
Y en una situación similar que ocurrió en Madrid, conocimos personalmente un caso que acaeció en una madrugada del 2002, donde un padre que regresaba con su hijo de 6 años de una feria automovilística, aceleró su vehículo de alta gama por la M-40 madrileña a una velocidad de 240 km/hora, hasta que un perro vagabundo atravesó la vía y padre e hijo murieron al instante.
En muchas de las ocasiones de nada valen las instrucciones sumariales y las condenas, ya que los autores de dichos hechos mueren o quedan gravemente afectados.
Pero los hijos, los menores acompañantes, qué culpa tienen de la irracionalidad de su progenitor.
Pensemos sobre los resultados de acciones descabelladas como estas antes de llevarlas a cabo, porque la mayoría de estos casos no se solucionan cumpliendo cárcel.
