Submitted by jorge on Wed, 25/09/2019 - 06:45
Otra de estas noticias de las que aparecen a menudo en nuestro Blog y con las que salimos siempre tocados después de profundizar algo en la historia. Porque imaginar que una persona joven, ya pueda contar con desviaciones tan arraigadas y, a la vez, depravadas, es difícil de asimilar.
Esta es la historia de un estudiante de 28 años de edad de Sevilla, inteligente y muy dotado para las nuevas tecnologías. Pero en lugar de utilizar ese valor con el que cuenta en realizar proyectos provechosos, el personaje se ha especializado en enseñar, tutorizar e instruir a pedófilos en ciernes o con pocas habilidades en el arte de mover archivos pedófilos y de extremada dureza por la web y por el Deep Web o Internet profunda.
Es también administrador de grupos cerrados de pedófilos extremos y dirige diferentes comunidades internacionales de este tipo de personas, además de maniobrar habitualmente por la Internet Profunda.
La información sobre esta operación llegó desde los Estados Unidos, coordinado por un departamento especializado en Cibercrimen de ese país y que había detectado un gran flujo de pornografía infantil proveniente de España.
Después de seguir el rastro y detener a varios pedófilos en diferentes comunidades autónomas, ese hilo conductor les llevó a este estudiante, que era el más activo de todos aunque muy escurridizo debido a los cortafuegos que utilizaba para despistar a las autoridades.
Como administrador de varios de estos grupos, había desarrollado controles de acceso muy restringidos a todos sus socios, entre otros, tenían que acceder con imágenes de incestos reales y claves que cambiaba de continuo.
Ahora, ya detenido, se enfrenta a varias imputaciones que, de seguro le acarrearan una condena nada desdeñable.
Nos vuelve a sorprender que, jóvenes que deberían llevar una vida de pareja y sexual normalizada, encuentren placer en visionar actividades sexuales antinatura que producen dolor y trastocan la vida de cientos y miles de niños que son utilizados por depravados para sus fines.
Este tipo de delincuentes/enfermos no deberían entrar a cumplir condena a una cárcel al uso, sino a hospitales psiquiátricos penitenciarios y permanecer años encerrados con tratamientos específicos y programas especializados para ellos, aunque rara vez logran curarse, por no decir, nunca.