Submitted by jorge on Fri, 15/11/2019 - 06:43
Una historia de viernes pero con una decisión salomónica de por medio:
¿Si un preso recurre una condena que estaba cumpliendo a perpetuidad por haber “muerto” durante segundos, cómo deben contemplar este hecho los jueces, cómo si el recurrente hubiera muerto, cumpliendo por ello su condena o como otro episodio de su condena sin más, por lo que tendría que terminar de cumplirla hasta su muerte “definitiva”?
No nos riamos del tema porque tiene su intríngulis.
Un preso estadounidense, Benjamín Schreiber, de 66 años, recluido desde 1996 en la Penitenciaría Estatal de Iowa y condenado en 1997 por el asesinato a palos de un conocido suyo junto a la novia de éste a Cadena Perpetua sin posibilidad de acceder a la Libertad Condicional, sufrió 19 años después, en 2015, una Intoxicación Séptica donde unos cálculos renales de gran tamaño obstruyeron sus conductos urinarios, lo que provocó que cayera inconsciente y fuera llevado de la prisión a urgencias de un hospital, lugar donde se percataron que había perdido las constantes vitales, instante en que le inyectaron Ipenefrina y, gracias a ello, lo devolvieron a la vida.
Después de haber regresado a la vida y a prisión, y ya en 2018, apeló ante el Juez de la Corte del Distrito aduciendo que, dado que había muerto antes de ser resucitado, “técnicamente había cumplido su pena de por vida”, argumento que no convenció al Juez por “poco convincente y sin sentido, ya que el hecho de que pudiese presentar una moción legal solicitando su liberación, en sí mismo confirma el estado actual del preso como vivo".
Ni corto ni perezoso, recurrió al Tribunal de Apelaciones de Iowa, que tampoco tuvo en consideración sus argumentos sin entrar en la disquisición filosófica de la palabra “muerte”, sino que arguyeron que "no creemos que la legislación haya pretendido que esta disposición libere a los acusados criminales siempre que los procedimientos médicos durante su encarcelamiento conduzcan a su reanimación por parte de profesionales médicos”.
En fin, poco podemos aportar a este caso, y que cada cual saque sus propias conclusiones, ya que se trata de un tema tan subjetivo, de una opinión tan personal, que cualquier punto de vista es posible.
¿Cumplió la condena cuando dejó de vivir por unos segundos o esa muerte poco ha de influir en la decisión judicial?