Submitted by jorge on Mon, 02/12/2019 - 06:45
Llevamos denunciando desde hace un tiempo la situación extrema existente en las Enfermerías de los Centros Penitenciarios de España, debido principalmente a varios factores:
• Ausencia de Hospitales Psiquiátricos Penitenciarios (solo 2 en la Península), de ahí que la gran mayoría de enfermos de cada prisión con dolencias Físicas y Psíquicas pasen por el módulo de Enfermería.
• Escasez de Médicos y Enfermer@s (muy por debajo de la media estipulada) por no ofertarse nuevas plazas, lo mal pagados que se encuentran estos puestos y el plus de peligrosidad que conllevan.
• La mezcla de Fármacos legales, Pastillas y Drogas ilegales que consumen los internos ahí residentes.
Por estos motivos, nos han llegado de continuo informaciones sobre problemas acuciantes habidos en las Enfermerías de los centros, como el acaecido la semana pasada en la Enfermería de la prisión de Huelva, donde un interno fuera de sí –se desconoce el motivo, si fue debido a la mezcla de medicamentos y pastis, un trato desagradable por parte de los profesionales o una mala noticia familiar recibida vía telefónica-, la emprendió, repentinamente, contra todo el mobiliario de la sala de estar médica, destrozando mesas, sillas, televisión y lo que se encontraba en su camino, parapetándose detrás de ese revoltijo de maderas y metales cuando los Funcionarios fueron a detenerlo, hiriendo a uno de los Funcionarios para, en último caso, autolesionarse.
Cuando por fin fue apresado, lo llevaron al módulo de Aislamiento, donde permanecerá un tiempo mientras le instruyen un parte grave o muy grave, módulo que tampoco es el más aconsejado para un interno de estas características, ya que ahí permanecen en total soledad durante 22 horas al día, y eso, termina enloqueciendo al más pintado.
O se amplían los módulos de Enfermería, los puestos de Médicos y Enfermeros y algún que otro Hospital Psiquiátrico Penitenciario o esta situación llevará a las prisiones al caos, dado que entre el 35 y el 40% de internos residentes en las prisiones a nivel nacional padecen algún trastorno psíquico de menor o mayor gravedad.