Submitted by jorge on Thu, 23/01/2020 - 06:26
Es una verdadera pena que la destrucción de la vida de un bebé se compense con dinero, pero de seguro los padres de la víctima pensaron, “de perdidos al río y dado que han destrozado la vida de nuestra hija, que por lo menos paguen” ya que, ni con esas, irán los culpables a prisión.
Porque ambos responsables de la situación de la niña, un Médico y una Matrona del Hospital de Valdepeñas, por dejadez, por desidia profesional, por pura vaguería y a pesar de "las claras e inequívocas señales de alarma de sufrimiento fetal", dejaron que un bebé recién nacido padezca a partir de su nacimiento "trastornos cognitivos y daños neuropsicológicos de intensidad muy grave", es decir, quedará prácticamente tetrapléjico.
Porque desde el primer momento del parto, el día 14 de octubre de 2012, las señales de que algo iba mal eran inequívocas y durante más de 2 horas se detectaron “26 episodios de disminución de la frecuencia cardíaca del feto, y pese a sus respectivas cualificaciones profesionales y apartándose de la pericia que les era exigible, actuaran con un proceder absolutamente negligente que les llevó a no adoptar las medidas necesarias encaminadas a solucionar la situación de pérdida de bienestar fetal”.
Pero ellos no pisaran a la cárcel a pesar de que los padres los denunciaron por un delito de Lesiones por una Imprudencia Profesional Grave, rebajándose a Imprudencia menos Grave después del acuerdo de conformidad al que llegaron la Acusación Particular, la Fiscalía y las Defensas.
No obstante, el Juzgado de lo penal nº 1 de Ciudad Real los condena penalmente a una Multa de 2.700€, además de la indemnización a la que tienen que hacer frente las aseguradoras del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y de los profesionales por un valor de 2,59 millones de euros para la familia y una pensión de 25.500 euros anuales mientras la niña viva, sumando a esto los intereses de demora desde el momento del accidente, lo que hace un total, y que percibirán los progenitores, de 5.596.171 de euros, con un cálculo de 10 años de vida para la menor.
La suma a percibir no es nada desdeñable, ¿pero compensa esto la vida de un bebé, de una hija?, y lo que más nos llama la atención, que estos dos “profesionales”, término que ponemos en duda, se vayan de rositas pagando una multilla pírrica.
No entendemos que una sentencia de esta índole no pase de un mero pago económico.
