Submitted by jorge on Thu, 30/01/2020 - 06:26
El encabezado del post es duro, más lo es ver la sangría de presos que mueren año tras año en las cárceles españolas y que, desde 2017, se ha incrementado notablemente.
Salvo el año 2009, no ha habido ningún otro año que las muertes de presos sobrepasaran los 200 fallecidos anuales hasta 2018, año en que aumentaron en un 43% respecto al 2017, siendo la cifra la de 210 internos fallecidos.
De los datos del 2019 ya contamos con 113 reclusos muertos hasta final del primer semestre y 7 fallecidos en el 2020.
Pero al contrario de lo que se pueda pensar, el aumento del número de fallecidos no va en consonancia con el número de presos, ya que si en 2010 rozábamos los casi 70.000, en la actualidad y debido a los cambios generados en el Código Penal desde ese 2010, apenas llegamos a los 50.871 del año 2018, por lo que la muerte de internos ha aumentado de manera desproporcionada.
Los motivos de muerte son variados, siempre siguiendo las estadísticas publicadas en 2018:
• 51,1% de Muerte Natural.
• 30% por Drogas.
• 16% por Suicidios.
• 2,4% por Accidentes.
• 0,5% Agresiones de compañeros.
Y estos datos y el aumento desproporcionado de muertes en los últimos años se debe a varios factores entre los que se encuentran:
• Disminución del número de Funcionarios por jubilaciones y falta de nuevas contrataciones.
• Exactamente igual es el caso de los Médicos y Enfermeros.
• Automedicación por parte de los internos.
• Aumento significativo de presos con enfermedades mentales que deambulan por patios y Enfermerías, tratándose las prisiones como “Psiquiátricos encubiertos”.
Creemos que no se puede seguir haciendo la vista gorda a esta situación, ni por los Presos (que son ciudadanos privados de Libertad, no de la vida), ni por sus familias, que nada tienen que ver en la mayoría de los casos con los errores cometidos por sus familiares presos, ni de la misma sociedad, que no puede permitir que este colectivo muera por desidia de la Administración.