Submitted by jorge on Fri, 21/02/2020 - 06:26
Se trata de una de estas noticias de viernes, víspera de fin de semana, por lo estrambótica, y que nos pilla a todos con el pie cambiado, en especial, a los directores de prisiones.
Mediante una circular a todos los directores de prisiones, el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ofrece a estos profesionales unos pluses en sus sueldos si el porcentaje de progresiones a 3º grado o semilibertad de los presos de las cárceles que ellos dirigen aumentan.
Como nos podemos imaginar, los directores se quedaron con la boca abierta con esta propuesta, ya que los 3º grados no los conceden directamente ellos, sino que se logran en base a diferentes baremos:
• Que el interno haya cumplido la mitad de la condena y haya disfrutado de varios Permisos de salida (en escasas situaciones se conceden de manera directa, sin Permisos)
• Que el interno haya tenido un expediente penitenciario acorde a lo exigido para la concesión del mismo: tenga vinculación familiar en el exterior, logre un contrato de trabajo, no reincida, haya hecho frente a su Responsabilidad Civil si es que la hubiera, y una serie de valoraciones más.
• Que es la Junta de Tratamiento de la prisión, de la cual el Director es uno de sus integrantes, la que puede proponer, de acuerdo a criterios técnicos y profesionales, que ese interno pueda ser progresado a 3º grado.
• Que una vez dicho informe enviado por la Junta de Tratamiento de cualquier prisión al Centro Directivo, I.I.P.P., este lo evalúa y lo concede o no.
• Pero que es el Juez de Vigilancia Penitenciaria el que, en última instancia y teniendo también en cuenta el criterio del Fiscal, concede ese 3º grado.
Es decir, que el Director de cualquier prisión es parte del proceso de obtención de un 3º grado, no el que lo otorga, por lo que la propuesta de Marlaska nos parece una verdadera barbaridad.
Por otro lado, la orden valora una serie de puntuaciones como que “más de un 60% de aumento de 3º grados da 2 puntos para el «índice de calidad del servicio» del que dependerá el premio al director; entre el 40% y el 60% concede un 1,5 puntos; entre el 20% y el 40% da 1 punto; y menos del 20% no da puntos. La máxima puntuación posible que un director puede obtener es de 18 (también se conceden puntos por otros criterios 'lógicos' como la puesta en marcha de programas de tratamiento, de formas alternativas de cumplimiento, la ausencia de suicidios o la ejecución presupuestaria) De esos factores, incluidos los hasta 2 puntos por los 3º grados, dependerá que los directores puedan tener un bonus de hasta 2.162 euros anuales”.
Instituciones Penitenciarias defiende este programa asegurando que con ello nos ponemos a nivel europeo en régimen de semilibertad o 3º grados.
Nos parece una propuesta descabellada y que lo único que va a conseguir es que los directores de prisiones a fin de ganarse unos euros, presionen a las Juntas de Tratamiento para que valoren de manera laxa o imprudente los requisitos de los internos que soliciten una progresión de grado, dejando en la calle a personas que aún no les corresponde.
