Submitted by jorge on Wed, 19/02/2020 - 06:26
Al igual que en 1984 Cataluña obtuvo la transferencia de las competencias en materia penitenciaria y creó sus propias Instituciones Penitenciarias, ahora es el País Vasco el que no desea dejar pasar la oportunidad, aprovechando que el Pisuerga político pasa por Valladolid, y arrancar esta competencia al Gobierno central.
Por ello, el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka y la Ministra de Política Territorial, Carolina Darias, se reunirán en breve para tratar este y otros temas a fin de aprovechar el calendario de transferencias que se va a pactar con el Gobierno de Sánchez.
A pesar de que se asegura que este traspaso no crearía un sistema penitenciario propio, en la realidad si se llevará a cabo y será el Gobierno Vasco el que, de facto, asumiría estas competencias, aunque manteniéndose dentro de las decisiones del Sistema Judicial de España.
Erkoreka insiste que esta prerrogativa les corresponde desde hace 40 años, cuando se firmó el Estatuto de Gernika y ésta se estableció como una de las tantas competencias que quedan pendientes por transferir y otras que ya se trasfirieron.
Además, el Gobierno Vasco deduce que con ello podrían marcar su propio perfil en el tipo de políticas penitenciarias a seguir, además de abrir las puertas a un fomento de la resocialización y reeducación de los presos y con ello tratar de acercarse a los cánones estimados por el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.
Pues no sabemos qué decir, señor Erkoreka, porque si hoy en día no se están cumpliendo en las prisiones españolas dichos cánones humanitarios con los presos etarras -que imaginamos se trata del colectivo de presos al que se refiere el señor Erkoreka-, pues entonces no entendemos qué más practicas humanitarias se le puede aplicar, ya que como cualquier otro preso común, cuenta con todas las opciones que permite el Sistema Penitenciario Español, entre otras, el de estudiar, realizar cursos, acceder al Polideportivo y al Sociocultural, realizar pedidos por Demandadero, contar con una celda individual (situación con la que no cuentan la gran mayoría de presos comunes), consulta médica y psicológica y poder optar a los Beneficios Penitenciarios si así lo desean.
Nos parece comprensible que el Gobierno Vasco desee contar con estas competencias penitenciarias, pero que no utilice para ello subterfugios dialécticos y electoralistas a fin de adornar su pastel competencial.