Submitted by jorge on Thu, 10/09/2020 - 06:26
Y nos quejábamos de los Okupas que ocupaban, valga la redundancia, las casas para vivir con sus familias.
Estos a los que hoy nos referimos son, además de Okupas, delincuentes en toda regla, organizados y peligrosos.
En el día de ayer, los Mossos d’Escuadra desalojaron un edifico completo de 7 viviendas que una familia del barrio del Poblesec en Barcelona había transformado hace años en viviendas de uso turístico bajo el paraguas de Airbnb y, que debido a la pandemia del Covid-19, se había vaciado durante el mes de marzo.
En ese momento, un grupo de delincuentes venidos de Francia y de origen argelino, ocupó todo el inmueble, utilizándolo, no solo como vivienda, sino también como base de operaciones para realizar sus robos, allanamientos, amenazas y agresiones con cuchillo.
Algunos vecinos se han mudado, pero la generalidad de ellos echan de menos la incomodidad y saturación del turismo de casas turísticas de antes de la pandemia y no esta ocupación agresiva que tenía a todo el barrio amedrentado, ya que desde ese edifico los delincuentes realizaban robos a los comercios y viviendas vecinas, agredieron con arma blanca a unos camareros y tenían amedrentado a todo el vecindario.
Además de ello, la rotación de estos delincuentes era continua a fin de que la Policía no los ubicara, arrendando a terceras personas los pisos que quedaban vacíos y que los arrendatarios pagaban convencidos de que se trataba de los dueños originales.
De las 19 persona detenidas, 9 contaban con antecedentes penales, pero también había alguna que otra familia con hijos menores que les habían alquilado a estos las viviendas de buena fe.
Ante la falta de turistas, el objetivo principal de los robos de estos “Okupas” eran los vecinos, muchos de los cuales fueron presa de sus ataques, culpando estos últimos de ello a la lentitud de acción de la Justicia y a la desatención de los propietarios de estos apartamentos turísticos de sus viviendas.
Marc Serra, concejal del distrito de Sants-Montjuïc, asegura “que el Ayuntamiento de Barcelona ha ofrecido reiteradamente a los dueños un contrato de alquiler para evitar que sigan vacíos hasta que no regrese el turismo y pueda suceder de nuevo. No es habitual que los delincuentes actúen en el mismo lugar que residen, ha sido una ocupación muy conflictiva y disruptiva para el vecindario. El desahucio llega muy tarde debido a la inoperancia del sistema judicial".
Sí, ahora han sacado a estos delincuentes de este lugar, pero las preguntas quedan pendientes de una respuesta que nadie da:
¿Dónde irán ahora estos delincuentes a ocupar y robar? ¿Si estas viviendas quedan vaciadas, qué ocurrirá después? ¿Cuándo llegará de nuevo el ansiado a la vez que detestado turismo?
Muchas dudas que, por el momento, no pueden ser respondidas.
