Submitted by jorge on Thu, 19/11/2020 - 06:45
Una nueva hornada de jóvenes jefes de banda trae loca a la Policía y a los Jueces, dado que son fríos y calculadores, conocen sus derechos y la Ley y cuentan con los medios para evadirla.
Se trata de 3 bandas de aluniceros y butroneros cuyos jefes rondan todos los 30 años y han creado sus grupos de delincuentes con amigos del barrio, barrios de zonas humildes y con los que comenzaron a delinquir cuando aún eran niños, por lo que no tuvieron la difícil tarea de empezar en una banda desde abajo e ir escalando puestos hasta llegar a la jefatura de la misma, lo que les hubiera llevado muchos más años.
A esta edad actual, unos 30 años más, menos, cuentan con más de 700 detenciones y otros tantos antecedentes policiales, algunos menos penales, pero nunca pasan más de unos cuantos meses en prisión, ya que conocen la Ley, saben hasta donde pueden llegar sin que les encalomen condenas de años y están bien asesorados por abogados prestigiosos.
Cruzan el filo de la Ley lo justo para no incurrir en delitos graves, por lo que apenas utilizan la violencia en sus golpes, motivo por el que entran y salen de prisión en cuestión de semanas o meses.
Uno de ellos, Gregorio Rodríguez, Goyito, cuenta con 28 años de edad, es alunicero y tiene a su cargo una extensa banda de amigos con los que roban los coches que empotran en tiendas de telefonía, joyerías, tiendas de marca y así, en las que exhiben mercancías valiosas.
En octubre fue detenido durante unas horas junto a varios miembros de su banda y su hermano, y volvieron a la calle como si nada, interviniendo los agentes 14 vehículos valorados en más de 300.000 euros; él cuenta en su mochila más de 60 detenciones y con las de los otros, 200.
Otro jefe de banda es Ismael Arriego, el Troll, butronero famoso con robos como el un botín de 23 millones de euros en una joyería o el asalto al depósito de drogas de Málaga.
En marzo fue detenido junto a un compi de la banda por una pelea discotequera donde se vieron involucradas sus novias, dejando descolocados a los agentes al comprobar que contaban con más de 300 detenciones, lo cual no evitó que unos días después ya estuvieran en libertad.
El tercer grupo, aunque menos conocido, está compuesto por los 4 hermanos Bote Vargas, ladrones de coches que utilizan posteriormente para realizar alunizajes en tiendas de lujo. Entre los 4 cuentan con más de 200 detenciones pero con apenas tiempo en prisión.
Este es el nuevo modelo de delincuencia, más profesional, más taimada, con medios económicos para solventar sus defensas, pagar sus fianzas y en, general, organizar buenos equipos, y que apenas pasan por la prisión y saben hasta donde pueden llegar sin incurrir en delitos graves.
Atrás quedaron los iniciadores de este tipo de delincuencia que, o murieron a balazos como el Niño Sáez y Carlos Jarry o pasaron largas temporadas en prisión como el Niño Juan y el Filetes, por carecer de la profesionalidad y sangre fría de los actuales amos del robo.
No nos olvidemos como actúa la Mafia Italiana de Estados Unidos o el Narcotráfico de Colombia de nuestros días, con tapaderas empresariales y sus jefes, cargados de títulos universitarios y masters, y como comenzaron los iniciadores de estos negocios criminales, matando con sus propias manos y exponiéndose ante la Ley.
Todo evoluciona.