Submitted by jorge on Fri, 04/12/2020 - 06:26
Sí, no suele ocurrir pero en este caso y habiendo una mujer con orden de protección contra su expareja y con hijos menores en situación de desamparo, el Tribunal Supremo ha rectificado una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y de la Comunidad de Madrid.
El TSJM dio permiso a la Comunidad de Madrid para desahuciar de un piso de la Agencia de la Vivienda Social a esta mujer que, junto a sus hijos, ocupaba ilegalmente desde 2015.
Y para ello, el Alto Tribunal alega que "la situación de desamparo no se soluciona haciendo intervenir a los Servicios Sociales", ya que, por un lado, el TSJM autorizaba a desahuciar a la mujer y a los niños de la vivienda y, por el otro, daba el visto bueno para que los Servicios Sociales se hicieran cargo de los menores una vez desalojados en aras del bienestar de los menores".
La mujer solicitó en 2015 una Vivienda Social dado que tenía una orden de protección contra su expareja y padre de uno de los niños, acogiéndose por ello al régimen especial de alquiler, pero en 2016 su solicitud fue denegada por la Comunidad de Madrid y se procedió al procedimiento de desahucio.
Si bien la Justicia dio primero la razón a la mujer, la Comunidad de Madrid recurrió ante el TSJM que finalmente aceptó el recurso.
Ella recurrió entonces al TS que por fin, varios años después, admite el recurso de la madre y afea la sentencia del primer Tribunal y el procedimiento utilizado por la Comunidad de Madrid, haciendo hincapié en la sentencia que "la situación de desamparo no se arregla de esta manera ya que ello supondría la separación de los hijos de su madre y la desmembración de la familia de origen", así como que los Jueces deben ser los garantes de las personas vulnerables y evitar la disgregación familiar.
Creemos, sin conocer en profundidad la realidad de este caso, que la Justicia esta para esto, para velar por el interés de los ciudadanos y que no siempre la Administración o los Altos Tribunales son los que cuentan con el poder de la razón.
