Submitted by jorge on Wed, 23/12/2020 - 06:26
Esto es lo que ha denunciado un Sindicato de Funcionarios de Prisiones, "Asociación de Trabajadores Penitenciarios Tu Abandono Me Puede Matar", ante el Juzgado de Instrucción nº 2 de Madrid a instancias de una solicitud que realizó por carta el director de la prisión de Puerto de Santa María II, Cádiz, a Instituciones Penitenciarias y en mitad de la segunda ola del Covid, para que llegaran lotes de mascarillas suficientes y con “mayor asiduidad”, a fin de que los Funcionarios de dicho centro pudieran realizar su trabajo en condiciones higiénicas y sanitarias adecuadas.
A esta misiva respondió el jefe coordinador de los Servicios de Prevención de I.I.P.P., Jesús Rico, asegurando que debían ceñirse a las normas de actuación dictadas por su departamento, ya que tal como se aseguraba "mientras no se humedezcan o se deterioren (en ese caso se cambian sin problema alguno, solicitándolo en el Centro), pueden ser usadas durante un día de trabajo".
En definitiva, se contradice con las normas dictadas por el Ministerio de Sanidad y el de Consumo sobre la utilización de las mascarillas quirúrgicas, donde se establece que su eficacia no supera las 4 horas, mucho menos 12 horas ininterrumpidas de trabajo.
A raíz de que en un principio se inadmitiera la denuncia, el sindicato antes mencionado recurrió, recurso que esta Jueza estudia mientras investiga los hechos, dado que se trata de un posible delito contra los derechos de los Trabajadores, para lo que ha solicitado a la Fiscalía que inste "una serie de diligencias de investigación con el objetivo de conocer las medidas adoptadas, los protocolos de seguridad y el número de funcionarios de prisiones que han contraído el Covid-19 y las causas de contagio".
Como se puede observar en este caso, la misma Administración, en sus diferentes departamentos, no coincide en los criterios a implantar, por lo que, si bien unos Ministerios dan unas directrices otros las incumplen y así, van pasándose la pelota de unos a otros mientras los Funcionarios y los Presos carecen de medios de protección y se encuentran expuestos al virus.
Y después el Gobierno nos exige a los ciudadanos de a pie que acatemos las directrices impuestas o, en caso contrario, nos multan.
¡Qué desfachatez!