Submitted by jorge on Mon, 24/11/2014 - 09:09
Las Empresas (Pymes), la Administración Pública y las Multinacionales presionan a sus empleadas con el despido si se quedan embarazadas o, en caso de ya estarlo, de abortar con el fin de mantenerlo.
Es decir, ser madre pasa a un segundo plano. Lo importante es el trabajo, desempeñar la tarea laboral sin impedimentos, sin la presión del hogar y cumpliendo el horario completo y más, si así lo exige el trabajo.
Pero este tipo de “mobbing” maternal nadie lo condena, no hay pena que valga, y no criticamos esta situación por la legalidad del aborto o no, sino por la discriminación y presión psicológica que se realiza sobre la mujer que trabaja y hace valer su opción de maternidad.
Y lo peor, no hemos escuchado a ningún partido político que haya tomado cartas en el asunto, menos a la Administración.