El chabolo va a ser tu casa durante muchas horas al día durante tu condena. Según los centros estamos hablando de 10-11 horas durante el chape nocturno y otras 2 de siesta por lo menos. Y si te ponen un aislamiento en celda más aún. En el chabolo dormirás, descansarás, te asearás, harás tus necesidades, verás la tele (si la tienes) y en general harás tu vida, sólo o con tu compañero. Parece evidente que es necesario tenerlo todo limpio, preparado y lo más cómodo posible, así que en esta sección voy a ir dando consejos útiles para hacerlo.
La celda tipo (he conocido las modernas y las más antiguas) es un espacio alargado de unos 4 ó 4.5 metros de largo por unos 2.5 metros de ancho y unos 3 de alto. Accedes por una sólida puerta metálica, bien corredera y automática o bien de las de toda la vida, con un gran cerrojo, en ambos casos con mirilla. A derecha o izquierda tienes respectivamente unas repisas o perchas y al otro una ducha (en las modernas) formada por la pared del pasillo y un muro transversal que no llega al techo. A continuación de la ducha un pequeño lavabo metálico y un inodoro también metálico, un murete bajo y a continuación dos literas, una encima de otra.
En el lado contrario a lo dicho hay estanterías para dejar las cosas, un pequeño tablón de corcho y al fondo una mesa de piedra. La iluminación se limita a la luz del lavabo. Una silla de plástico es el único mobiliario adicional, junto con un pequeño flexo que podrás comprar si tienes peculio, y junto a la ventana, en el techo, suele haber un soporte alto para la tele, como el de los hospitales, bares, etc. La ventana es de hojas pequeñas y tras ella unos sólidos barrotes.
La vista que verás es muy variada. En algunos casos sólo el módulo de enfrente, en otros una panorámica de los paseos interiores, con suerte el patio y parte del paisaje y siendo muy afortunado el muro exterior y ese paisaje, que te parece maravilloso estando dentro aunque sea penoso de contemplar.