Esta semana ha habido un poco de todo y procuro variar mucho de tema para no caer en lo de siempre, así que allá vamos…
Miss Universo y Miss Estados Unidos han estado de visita en Guantánamo como ilustres invitadas. Una muy divertida visita según parece, tanto que los comentarios hechos por las señoritas no tienen desperdicio. Si uno no supiera lo que es este sitio y lo que se cuece allí parecería que están hablando de Disneylandia. Según palabras literales de Miss Universo (venezolana para más señas) aquello es “Taaan Bonito”. Valoran mucho también la amabilidad del personal y las actividades de las que disfrutan los internados. Pues vale. Sin comentarios.
No sé si recordais que hace meses al Ministro de Industria se le ocurrió una luminosa (nunca mejor dicho) idea para combatir la crisis. Se trataba de regalar una bombilla de bajo consumo por familia. Pero está claro que una cosa son buenas intenciones y otra que las cosas salgan bien. Primero surgieron opiniones autorizadas respecto a que las bombillas que se iban a regalar son de las “baratas”, que no duran lo que deben. Y luego nos enteramos de que el pedido se ha encargado a una empresa que no hace ese tipo de bombillas sino que se dedica a otros menesteres y cuyo contacto con la iluminación es a nivel industrial, no de productos domésticos. Parecería gracioso si no fuese por el coste (millón y medio de euros más o menos). Cada día entiendo menos lo que pasa en este país, de verdad.
Me quedo mucho más tranquilo. Nuestro presidente ya dispone en su despacho de teléfono directo con su nuevo amigo Obama. Así podrá decirle las cosas tan molonas que hacemos sin que nadie se entere. Además se le ha encargado de mediar entre las dos corrientes enfrentadas surgidas de la reunión del G20 en Londres (que de momento nos vá a costar 4.000 millones de euros en ayudas a otros países). Eso es avanzar en política internacional y lo demás tonterías.
Cierto equipo de fútbol del que hablé hace poco, uno de los históricos, con una deuda de unos 240 millones de euros, que salvo error no paga a su plantilla y al que han denegado hace poco un crédito de 100 milloncejos para tapar agujeros anuncia que vá a patrocinar mientras tanto a un equipo de motos del mundial. Pues me vais a perdonar pero no lo entiendo. Si hace algo parecido un españolito de a pié vá directo a galeras, previa subasta de sus bienes para mayor escarnio público, pero una vez más se demuestra que las cosas no son iguales para todos, por mucho que nos pese y por mucho que nos quieran hacer creer lo contrario.
Sentí un cierto desaliento por una noticia que según el medio quisieron presentar como jocosa, humana e incluso beneficiosa. Os explico. Una cadena de tiendas de electrónica de consumo ha hecho una promoción especial. Vender una serie de productos a unos cuantos afortunados (100 creo por cada tienda) al precio que quisiesen pagar, como mínimo un céntimo de euro. El asunto era para un fín social porque lo recaudado iba a una labor benéfica… Y aquí empieza lo triste. En entrevistas pre-compra a los que esperaron cola se veía aflorar ese afán benéfico. Se pagaban ocho euros por una tele de plasma que costaba 100 veces más o un céntimo por una cámara digital de fotos. Yo entiendo que la pela es la pela y un chollo es un chollo, pero no se debe ser tan miserable. Y es una opinión particular, conste. Porque los beneficios de la luminosa idea han debido ser pelín rácanos.