LA NEGRA 5
Submitted by jorge on Fri, 06/08/2010 - 08:26
Decidí abandonar la prudencia de mi cargo, para interrogar con disimulo a mis dos incondicionales sobre los males de cuerpo o espíritu que aquejaban a la muchacha. No supieron darme razones, pero entrarían de estraperlo en sus intimidades, me confesaron.